Patones de Arriba constituye uno de los puntos turísticos más atractivos de la Comunidad de Madrid en lo que a turismo rural se refiere; una visita indispensable para cualquiera que haya decidido pasar unos días en tierras madrileñas.
Se trata de una bellísima y peculiar localidad que forma parte, junto con Patones de Abajo, del municipio de Patones, ubicado en los hermosos escenarios del valle del Jarama, y que está declarada Bien de Interés Cultural.
Patones de Arriba destaca ya a primera vista por el atractivo entorno natural en que se halla, rodeado de jaras y pinos, con una tierra muy fértil gracias a la vega del Jarama, cuyas riberas muestran una gran riqueza en flora. Paseando por sus alrededores encontraremos enclaves no sólo de gran belleza sino también de gran interés ecológico, como la cueva del Reguerillo, el canal de Cabarrús, el pontón de la Oliva o la presa del Atazar, en la que el río Lozoya vierte sus aguas.
Sin embargo, lo más llamativo de esta pintoresca localidad es, sin ninguna duda, su arquitectura popular. Patones de Arriba está situada en una pequeña montaña, en la que sus construcciones, que constituyen una clara muestra de la llamada arquitectura negra, se reparten dividiendo la población en tres sectores.
El primero de ellos es el que se encuentra en la parte más baja de la montaña, y es donde se encuentran las casas en las que viven sus habitantes. La segunda está a más altitud, y en ella se hallan situadas unas construcciones auxiliares, destinadas a viviendas para el ganado, tando ovino como caprino. En frente están las eras de cereales, que forman el tercer sector. Además, hay un gran número de huecos que han sido excavados en las rocas, destinados a guardar en ellos el ganado porcino, y que reciben el nombre de “cochiqueras”.
Además de su arquitectura popular, la localidad dispone de un buen patrimonio histórico teniendo en cuenta su pequeño tamaño. Como la iglesia de San José, de mediados del siglo XVII, o la ermita de la Virgen de la Oliva, que se encuentra a 4 km., en las afueras, de estilo románico-mudéjar, y de la cual no se conoce a ciencia exacta su fecha de construcción, aunque se calcula que data del siglo XII.
Patones de Arriba tiene también para el visitante una interesante oferta cultural, pudiéndose visitar su Ecomuseo de la Pizarra, que está al aire libre y cuyo objetivo es acercar al visitante la arquitectura negra, llamada así por su uso de la pizarra. También se puede visitar su Museo-Aula Geológica, con una gran colección de rocas representativas de esta zona.
El lugar es asimismo muy aconsejable para los aficionados a la espeleología y a la escalada, ya que se encuentran en sus cercanías paredes verticales de una altura espectacular, así como laberínticas galerías.
Los habitantes de la localidad celebran sus principales fiestas el 24 de junio, festividad de San Juan. De entre los muchos actos que se llevan a cabo destacan los fuegos artificiales, las corridas de toros, las verbenas y las hogueras de la noche con sardinada popular.