Entender por qué el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido está considerado como Patrimonio Mundial de la UNESCO es fácil en cuanto se pone el pie en la entrada de esta impresionante área natural. La belleza de sus paisajes y la riqueza de su flora y fauna lo convierten en un espacio único, en el que podremos disfrutar de numerosas actividades al aire libre.
Si nos gusta hacer montañismo, en este parque nacional tendremos la oportunidad de conocer el macizo de Monte Perdido (de más de 3.000 metros de altitud), y sus cimas de las Tres Sorores. Sin duda, es un lugar increíble, que destaca por ser extremadamente seco, en contraste con los valles de Ordesa, Pineta, Añisclo y Escuaín que se encuentran a sus pies.
Estos valles se convertirán en nuestro paraíso particular, en cuanto visitemos el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Bosques, verdes prados y cascadas de agua conforman su impresionante paisaje, lleno de color y vida. Pero no tenemos que conformarnos solo con la belleza del lugar. El parque es un lugar que deben visitar todos los aficionados a la geología, ya que resulta especialmente interesante por sus aspectos geológicos singulares, relieve y forma características, determinadas por su naturaleza calcárea.
En cuanto a los valles del parque nacional, todos los conocedores de la zona nos recomendarían que los conozcamos uno por uno, ya que sus puntos de interés son muchos. Para empezar, el valle de Añisclo nos ofrece impresionantes vistas de sus enormes paredes rocosas, constituidas de piedra caliza.
En cambio, el valle de Escuaín destaca por la personalidad propia del paisaje que nos ofrece. Lleno de simas y barrancos, nos presenta la naturaleza en estado puro de viejos campos arados por el hombre, y que ahora vuelven a ser agrestes, combinando a la perfección la grandeza de la naturaleza con el efecto de la mano del hombre.
Por su parte, el valle de la Pineta se extiende sobre 12 kilómetros del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Su paisaje de lo más variado, nos ofrece la posibilidad de pasar una jornada recorriéndolo y conociendo de cerca sus bosques y praderas, así como su glaciar, y el nacimiento del río Cinca. Los aficionados a la geología, por su parte, no podrán dejar de observar con interés los estratos que conforman los impresionantes muros estriados de este valle.
Por supuesto, no podemos dejar esta zona sin acercarnos a conocer el macizo del Monte Perdido, un enclave emblemático de la cadena pirenaica, que seducirá no solo a los amantes del montañismo, sino también a todos aquellos que disfrutamos conociendo climas y enclaves biológicos de características únicas. Ciencia y actividad deportiva se encuentran en un mismo espacio para disfrutar de un espacio natural impresionante.
Para los amantes del turismo natural, el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido se convierte en un destino obligatorio, que reúne belleza y riqueza ecológica. ¿Quién puede resistirse a conocer este Patrimonio Mundial de la UNESCO?
Fotos: Jsanchezes1 | Patrick Rouzet | Jsanchezes2