Una buena opción para pasar un fin de semana diferente a lo habitual y que a buen seguro nos va a resultar inolvidable, es acercarse hasta la comarca del Pla de l’Estany, en la comunidad catalana, concretamente a la población de Banyoles.
Se trata de un atractivo municipio, una villa medieval situada en un bello entorno natural, cuya fama le proviene sobre todo por estar situada junto a un hermoso lago.
El Lago de Banyoles, nombre por el que se le conoce, se encuentra en un enclave de gran interés, rodeado de montañas, con un gran valor no sólo paisajístico sino también ecológico. Su orilla llena de árboles, las cimas que se erigen detrás de ellos y las azules aguas del lago forman una estampa de gran belleza.
Es el lago más extenso de la comunidad, y su profundidad se desconoce, aunque se sabe a ciencia cierta que es de más de 60 metros. Como otros muchos lagos, también tiene una leyenda que le atribuye un monstruo que vive en sus profundas aguas, cuyo ruido por la noche algunos han escuchado, pero que nadie ha visto jamás.
El lago se encuentra rodeado por un agradable sendero con plataneros, por el que resulta verdaderamente placentero dar una vuelta, y junto a su orilla se encuentran instalados también algunos chiringuitos en los que podemos tomar una copa o un aperitivo, o incluso comer o cenar, pudiendo hacerlo en la época veraniega en las terrazas que a tal fin se instalan.
Podemos también pasar un agradable rato navegando en el lago, para lo cual tenemos dos opciones. La primera es alquilar una de las pequeñas barcas de remos que allí encontraremos. La segunda es subirnos a alguna de las embarcaciones que existen para poder recorrer todo el lago y que salen del embarcadero con bastante frecuencia. Además, podemos bañarnos tranquilamente en las zonas habilitadas para ello.
Como curiosidad, podemos visitar uno de los personajes más famosos de Banyoles. Se trata de una carpa que se llama Ramona y que se dice que es la más vieja del mundo. Claro que nunca se sabe cuando la visitas si es la misma Ramona que la vez anterior. Esto es todo un misterio.
Para completar el fin de semana nada mejor que visitar un poco el interesante casco antiguo de la localidad, como hemos dicho de estilo medieval.
Y una recomendación final es visitar el Museo Dauder, un espacio privado dedicado a las ciencias naturales, fundado por un científico de la localidad con todo aquello que traía de sus expediciones por otros continentes. Podemos asegurar sin ningún tipo de duda que más de uno va a quedar atónito ante alguna de las cosas que allí podrá ver.