Las tierras de Valladolid nos ofrecen numerosos productos autóctonos de gran valor gastronómico, como sus harinas, o el famoso queso de Villalón. Su importancia es tal que en diversos pueblos de la provincia se han establecido museos dedicados a ellos, y que los aficionados a la buena cocina no podemos perdernos.
En Mayorga nos encontramos con el Museo del Pan, que muestra a los visitantes todo el proceso de elaboración de este alimento, y sus principales características. A través del recorrido que plantea esta exposición, podremos conocer mejor este producto y sus variedades, así como el pan de Valladolid, con su personalidad propia.
Gracias a este museo descubriremos los cereales con los que se hace el pan, el proceso de molienda y el de panificación. Asimismo, veremos como se hace el pan de flama y el candeal en el obrador instalado.
Por otra parte, la población de Medina de Rioseco nos ofrece la posibilidad de visitar la Fábrica de harinas de San Antonio del Canal de Castilla, hoy en día un museo. Construida en el siglo XIX, aun conserva parte de sus instalaciones, y nos permite ver como funcionaba su proceso de molturación.
Villalón de Campos es el pueblo vallisoletano que da su nombre a un famoso queso tierno. Por eso, cuenta con un museo que nos explica como se elaboraban quesos autóctonos, con la leche recién ordeñada de las ovejas, tal como se sigue haciendo. Se trata de uno de los quesos con más prestigio, gracias a su especial sabor y textura.
De igual modo, entre los museos de la provincia de Valladolid dedicados al mundo de la gastronomía, destaca el Centro de Interpretación de la Matanza, instalado en la localidad de Palazuelo de Vedija. Y no es de extrañar que se encuentre en este pueblo, ya que cada año se reúnen en él 3 mil personas, para contemplar este evento, que es un ritual ancestral que cuenta con tradiciones de hace siglos.
La Fiesta de la Matanza supone un punto de encuentro de los municipios de la zona de Tierra de Campos, y este museo de Centro de Interpretación de la Matanza consigue atraer a numerosos interesados en el proceso de la matanza, que incluso tienen la oportunidad de ver utensilios y herramientas, y todo lo relacionado con este ritual que se viene desarrollando desde años ancestrales.
Finalmente, destacamos el Museo de la Harina y la Miel, construido en el pueblo de Olmos de Peñafiel, también en la provincia de Valladolid. Se encuentra en un antiguo molino, y permite conocer el funcionamiento de la aceñas, desde que se llevaba el trigo, hasta que se convertía en harina, y aprender también cómo es la organización de una colmena, y cómo las abejas elaboran la miel.